Globos auto inflables Los
científicos dedican gran parte de su tiempo a buscar formas y
aparatos que nos puedan hacer más fácil la vida. Introducir el bicarbonato al globo no parece muy fácil, ya que es elástico y no deja mucho espacio. Ensayamos con un embudito de papel y funciona mejor pero tampoco es muy práctico... Se nos ocurre una idea: ¿si usáramos el embudo hecho con la parte superior de una botella de refresco, donde va la rosca? Ensayamos a abrir la boca de los globos y fijarlos en la rosca del embudo. Un poco difícil pero no imposible. Ahora que tenemos el cuello del globo abierto sobre el embudo, con un palito abrimos las paredes y vertimos una cucharada de bicarbonato. Con un poco de práctica lo hacemos entrar. Ahora con el globo aun abierto podemos introducir la manguera de la jeringa con unos 5 ml de vinagre. Una vez
que vaciamos la jeringa sacamos la manguerita y rápidamente, con una piola que tenemos lista al ¿rededor
del cuello del globo, apretamos para que
no escale el gas, soltamos la boca de la bomba y la amarramos
como siempre, mientras comienza a inflarse sola. Viéndolo bien, este podría ser un problema, pero hay otros ácidos sólidos que de pronto tengan en tu casa o los puedan adquirir como el cítrico o el tartárico. El oxálico no, porque es veneno. Si se usan estos, los puedes mezclar en estado sólido e introducirlos así al globo. Luego inyectas agua y cierras. Ensaya, aunque si se van a reventar los globos, es mejor inflarlos de la manera tradicional ya que igualmente van a salpicar espuma a los invitados. Nada es perfecto. Eso también lo saben los científicos. |