Episodio 6
“Hay ahorros que matan”. María de las Búsquedas (De Colegios) se lamenta.
Hola, Me presento. Soy María de las búsquedas (de colegios), la monita intensa de lupa, bufanda y tapabocas que se la pasa buscando colegios.En este puente festivo, por no echar de menos a Don Carlos, el rector tan churro del colegio donde estudian los hijos de la vecina y que no he podido volver a ver, he estado tratando de recordar de donde viene una frase: “hay amores que matan”. No sé si la repetía mi mamá, que en paz descanse, tan abnegada mi viejita, o la escuché en una telenovela mexicana, o seria tal vez de Chaquira ¿Ustedes saben de donde salió esa frase, muchachas?
Igual si nadie se acuerda, ¡Que carajo! A mí no me importa. A mí, María de las búsquedas (de colegios), ningún amor me mata, porque yo me amo mucho a mí misma y matarme de amor sería un auto suicidio, como dice el simpático presidente de un país vecino. Yo cambiaria la frase de “hay amores que matan” por “hay ahorros que matan”.
Estoy segura de que esta frase si no me la enseño mi mamita ¡Que en paz descanse! ni mi abuela que tan sabios consejos me dio. Ambas, aunque decían que el dinero es el estiércol de satanás, también me enseñaron que cada peso hay que guardarlo, porque el dinero es escaso. Cuando la moneda colombiana estaba menos devaluada (Valia casi igual que un dólar) los abuelos decían “Cuida los centavos que los pesos se cuidan solos”.
Siendo así, ¿Cómo yo, María de las búsquedas (de colegios), ¿me atrevo a decir que hay ahorros que matan? ¿Cómo puede un ahorro matar a un negocio? Aunque no le quepa en la cabeza a mis antepasados, la vida me ha mostrado que aferrarse a ciertos ahorros tontos hace más mal que bien, y una empresa (todo colegio lo es) debe saber que ahorrar en un tema vital como es la publicidad puede matarla de inanición, que es una muerte lenta y dolorosa.
Aunque mi mamita y mi abuela se retuerzan en sus tumbas tengo que decir que también he encontrado que es 10 veces más importante concentrarse en ganar más que en estar ahorrando cualquier peso. Si una empresa está en crisis (y todo colegio es una empresa) por la pandemia o el paro, o ya venía así desde hace tiempo, lo más peligroso que puede hacer es ahorrar donde es más urgente invertir, que es en retener los clientes (estudiantes en este caso) actuales y conseguir más para compensar los que de una u otra forma a la final se van a ir, e ir aumentando poco a poco los nuevos para tener una base sólida de ingresos que permitan ofrecer mayor calidad y servicios; los que al publicitar nos traerá más clientes, que a su vez nos dejarán más ingresos, cada vez más por encima del punto de equilibrio, que si los invertimos en divulgar y promocionar nuestra calidad nos traerá cada vez más y más estudiantes y pensiones.
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