MATRACES FONDO REDONDO
También llamados balones. Estos
matraces se emplean en trabajos generales de laboratorio y especialmente en
investigaciones de química orgánica, procesos biológicos como fermentaciones,
también para guardar líquidos y recoger
destilados. Sus paredes de grosor uniforme han sido desarrolladas para soportar
el abuso mecánico
y poseen una alta resistencia térmica. Las bocas rebordeadas permiten montar aparatos como refrigerantes, embudos,
agitadores, termómetros y otras piezas. Se tapan con tapones de caucho o
corcho, torundas de gasa y algodón, papel de aluminio o vinilpen, etc. Las capacidades
son de 50, 100, 250, 500 ml. El fondo redondo facilita operaciones tales como
destilación al vacío, arrastre de vapor, etc.
Son muy eficientes en calentamiento y evaporación
de sustancias y se pueden colocar directamente a la llama o en baños que pueden
ser de agua, aceite o arena. Su principal inconveniente es que no se sostienen
solos, por lo que se debe disponer de
cilindros para sostenerlos o dentro de vasos. Son especialmente
resistentes para operaciones donde se trabaje con vacío.
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