Características y manejo seguro de los equipos de laboratorio    mercadeodigitalofec@gmail.com 

FRASCOS LAVADORES

 En algunos países las llaman  Pizetas. Se emplean para contener líquidos de lavado, como agua destilada, solventes orgánicos, ácidos diluidos o amoníaco. Frecuentemente  deben usarse los líquidos calientes, para lo que se aísla el cuello con un trapo.

Actualmente se prefiere  su uso en polietileno, ya que este es  mucho  más inerte al agua destilada  y  a las soluciones alcalinas que el vidrio corriente de laboratorio, y su material colapsible los  hace fáciles de manejar. Tienen  una manguera terminada en punta  que se puede dirigir fácilmente  a determinados sitios como para lavar precipitados, adherir el papel de filtro a los embudos, etc. Este chorro fino y a presión que se produce es muy efectivo  para lavados.  Se debe evitar que la punta toque  las paredes de los recipientes que se lavan y sobre todo, no introducirla donde  hayan vapores que  la pueden contaminar, alterando los resultados de otros experimentos. Se presentan en capacidades de 250, 500 y 1000 ml.