Material:

Tablero de circuitos, barras magnéticas, limaduras de hierro, salvadera,  papel.

Procedimiento:

1- Acercamos el imán a las limaduras de hierro, puestas sobre una hoja de papel. Al hacerlo nos daremos cuenta de que las limaduras ya a una cierta distancia, son atraídas por el imán y se pegan a éste formando un mechón de cadenas largas.

2- Colocamos los imanes sobre la plataforma y la cubrimos con papel. Espolvoreamos sobre el papel las limaduras y veremos que éstas se ordenan linealmente entre los polos del imán.

3- Sobre un polo de un imán ponemos un trozo de papel y lo espolvoreamos con limaduras de hierro. Observamos que en las proximidades del polo las limaduras de hierro se ordena según líneas rectas, sin embargo, una parte se sale del plano del papel.

Resultados:
1. Con ayuda de las limaduras de hierro demostramos que las fuerzas de atracción actúa ya a una cierta distancia de los polos.

2. La dirección en que actúan estas fuerzas atractivas viene dada por la ordenación lineal de las limaduras.

3. El campo es más fuerte, donde hay más limaduras y esto sucede cerca a los polos, allí la densidad de líneas es más grande y disminuye, a medida que la distancia aumenta.

4. Las fuerzas atractivos, observadas en el espacio que rodea al imán, que actúan sobre el hierro nos indica la existencia de un campo (magnético) creado por un imán.
La región del espacio donde se hace sentir la influencia del imán se denomina campo magnético y siempre tiene una forma determinada.